¿SE PUEDE APRENDER A ESCRIBIR...?
¿Todos podemos aprender a escribir, para comunicar lo que deseamos con eficacia y un estilo adecuado al texto que creamos? Por supuesto que sí. Aunque el crítico y periodista argentino Andrés Hax insista en que los talleres literarios son, al final, una estafa porque no garantizan nada, sí se puede aprender a escribir decentemente, tal como se puede aprender a tocar un instrumento, cocinar o practicar un deporte... Claro que es cierto que las diferencias individuales existen y pesan, como en todo orden de cosas, pero lo básico es que, sea lo que sea que queramos desarrollar (cuentos, canciones, contenidos para páginas web, tesis académicas o guiones de cine...), podemos familiarizarnos con las técnicas básicas para desempeñarnos con propiedad en la comunicación escrita inicial que nos permita emprender la tarea. Lo demás, las odiosas diferencias en el estilo o la calidad, dependerán exclusivamente del talento de cada uno para el género específico elegido. Y digo esto porque un escritor tan inmortal y universal como Cervantes, por ejemplo, luchó toda su vida por ser reconocido como poeta pero no lo logró, y pasó a la posteridad como uno de los mayores novelistas de la Historia, un género que abordó más por necesidad económica que por vocación... No en vano escribiría en uno de sus poemas:
“Yo que siempre trabajo y me
desvelo
por parecer que tengo de poeta
la gracia que no quiso darme el
cielo...”
CON EL MÉTODO ADECUADO (Y LOS CONOCIMIENTOS NECESARIOS), SE PUEDE ESCRIBIR DE TODO...
Isaac Asimov (1920-1992) es
considerado una de las cumbres de la ciencia ficción norteamericana del siglo
XX. De su pluma salieron obras tan conocidas como “Yo, robot”, “El hombre
bicentenario” o la trilogía “Fundación”. Sin embargo, este doctor en bioquímica –
que publicó unos 500 libros en poco más de 50 años – se apasionaba por muchas
cosas: la ciencia, la historia, la política, las religiones... Y escribió
textos de gran calidad en estas áreas, como “La Guía de las Ciencias” y su
Historia Universal en 15 tomos. El realmente escribió de todo...
En lo personal – y obviamente muy
lejos de Asimov -, partí creando cuentos, poemas y canciones en mi juventud. Luego,
escribí artículos académicos, libretos de radio y notas sobre los más diversos
temas (desde maquinaria agrícola hasta recetas de cocina) para revistas y periódicos.
También trabajé como redactor publicitario en un par de agencias. En los últimos
años, aparte de seguir con las canciones, he producido contenidos para páginas
web y programas de E-Learning, y por supuesto he asesorado muchas tesis y
trabajos universitarios. Estoy incursionando en guiones para comics, y desde
hace unos meses dirijo a una escritora novel, Pola Caff, en el proceso de desarrollar su primera novela, tiempo en el cual también han salido hasta ahora un par de cuentos, que pueden leerse aquí.
Esta experiencia me ha convencido que uno puede escribir realmente de todo si sigue un método que, siendo muy sencillo, no es difícil de aprender y practicar si se tiene la mente abierta y se va más allá del pensamiento lineal. Quienes han estado en mi taller “Creatividad + Oficio” conocen las bases de este sistema, que mezcla la planificación y el rigor investigativo del método científico con el pensamiento holístico que se expresa en la pedagogia de la “metaformación” y el proceso CREATE (Conectar – Relacionar – Examinar - Analizar – Transformar – Experimentar) (Ontoria, De Luque y Molina, 2005, p. 33) tanto como en el pensamiento visual que describe Temple Grandin y la estrecha relación entre lenguaje y música (Abello y Ramos, 2009, pp. 19-20), estudiada por el neurocientífico Aniruddh Patel.
Esta experiencia me ha convencido que uno puede escribir realmente de todo si sigue un método que, siendo muy sencillo, no es difícil de aprender y practicar si se tiene la mente abierta y se va más allá del pensamiento lineal. Quienes han estado en mi taller “Creatividad + Oficio” conocen las bases de este sistema, que mezcla la planificación y el rigor investigativo del método científico con el pensamiento holístico que se expresa en la pedagogia de la “metaformación” y el proceso CREATE (Conectar – Relacionar – Examinar - Analizar – Transformar – Experimentar) (Ontoria, De Luque y Molina, 2005, p. 33) tanto como en el pensamiento visual que describe Temple Grandin y la estrecha relación entre lenguaje y música (Abello y Ramos, 2009, pp. 19-20), estudiada por el neurocientífico Aniruddh Patel.
¿CUÁL ES EL MÉTODO?
Simplemente, partir definiendo
una idea de lo que se quiere hacer, generar una historia y organizarla en un
esquema coherente. Luego, investigar sobre el tema y dejarse impregnar por todo
lo que pueda darnos información útil: textos, imágenes, películas, recuerdos...
Todas nuestras experiencias son puestas en juego. “Utilizamos la metaformación
para fomentar la creatividad, para descubrir e inventar algo nuevo, para
conectar cosas que parecen no estar relacionadas, para resolver un problema y
describir las soluciones, para considerar una idea original o para cuestionarla,
para enriquecer la experiencia del aprendizaje y elevar la comunicación. Se
trata de un proceso de indagación, con infinitas posibilidades para la
invención y el descubrimiento.”
Luego viene el proceso de
escribir, de formular la idea. Uno debe poder ver y oir internamente lo que
escribe, ser capaz de transmitir el propio pensamiento incluso en un texto académico,
para que resulte entretenido, motivador y con pleno sentido. Se deben manejar
las reglas básicas del idioma y algunas herramientas estilísticas, como las
figuras literarias, para poder transformar el pensamiento en palabra, y en
palabra empoderada que exprese todo lo que queremos decir sin traicionarnos,
sin hacernos sentir que lo que quedó en el papel es apenas una sombra de lo que
estaba dentro nuestro. También sirven en este proceso técnicas como el “brainstorming”
y la elaboración de mapas conceptuales, entre otras. Una vez que la idea (el “problema
de investigación”) está formulada y sentimos que brilla, llega el momento de
determinar qué forma final le daremos: si será texto solo o imagen (o ambos,
como en el comic); si escribiremos un poema, un cuento o un ensayo... Y
volvemos a empezar.
¿CÓMO SE ESTRUCTURA EL TALLER?
El taller se desarrolla en 8
sesiones semanales (2 meses), de dos horas aproximadamente cada una. El horario
es a convenir con el alumno o su grupo. La metodología es eminentemente activa,
sobre ejercicios individuales y grupales, y con “tareas” a ejecutar durante la
semana que se comparten y retroalimentan a través de un grupo de redes sociales.
Los temas de cada sesión son los
siguientes:
Sesión 1. De la cabeza a la mano. Usando algunas técnicas para la
“inspiración”, trabajaremos en una o varias ideas breves, las examinaremos “en
360º”, las “miraremos” y “oiremos”, y luego las iremos convirtiendo
progresivamente en palabra escrita, analizando y puliendo los resultados hasta
que resulten fieles al pensamiento original. Esa síntesis servirá de base para
los pasos siguientes.
Sesión 2. La organización de la palabra (primera parte). Uno de los problemas con que se enfrenta quien quiere escribir bien es con la transposición de su idea a una estructura gramatical y ortográficamente correcta. Partiendo desde la lógica interna de nuestro discurso verbal, descubriremos la enorme utilidad de estas reglas para ayudar a convertir esas ideas en palabra viva, significativa y comprensible en el texto.
Sesión 3. La organización de la palabra (segunda parte). Puntos, comas, guiones, paréntesis, acentos... ¿Cuándo y dónde usarlos? Ejercicios propios y ajenos para salir adelante con la puesta en texto de nuestras ideas.
Sesión 2. La organización de la palabra (primera parte). Uno de los problemas con que se enfrenta quien quiere escribir bien es con la transposición de su idea a una estructura gramatical y ortográficamente correcta. Partiendo desde la lógica interna de nuestro discurso verbal, descubriremos la enorme utilidad de estas reglas para ayudar a convertir esas ideas en palabra viva, significativa y comprensible en el texto.
Sesión 3. La organización de la palabra (segunda parte). Puntos, comas, guiones, paréntesis, acentos... ¿Cuándo y dónde usarlos? Ejercicios propios y ajenos para salir adelante con la puesta en texto de nuestras ideas.
Sesión 4. Contar una historia. Para saber y contar primero hay que
organizar... Nuestra idea original se convierte ahora en un proyecto de
historia gracias a una hoja de ruta, un diseño que contemple inicio, desarrollo
y final. Luego, en un ejercicio de síntesis, intentaremos el primer borrador de
este plan, con un inicio de “redacción”,
o sea, una puesta en orden que cumpla las necesarias exigencias de coherencia,
claridad, fluidez, concordancia, orden y precisión de ideas, vocabulario
acertado y fundamentación de las ideas...
Sesión 5. Decirlo de otro modo... Una de las cosas más difíciles en
este oficio es llegar a decir realmente lo que se quiere, y de modo
satisfactorio para el oído y el alma. ¿Son las palabras que usé las más
adecuadas, precisas y sonoras? ¿Habrá sinónimos mejores para ese adjetivo que
no termina de convencerme? ¿La construcción gramatical es verdaderamente la que
destaca más el auténtico sentido que quiero dar a mi texto? La única
alternativa es ejercitar y ejercitar...
Sesión 6. Y decirlo más bonito... Las “figuras” literarias son una gran ayuda, y también un gran desafío... Trabajaremos en la construcción de imágenes, como las comparaciones, metáforas o alegorías, y también en la pirotecnia verbal, con las elipsis, anáforas, etc.
Sesión 7. Editar y sintetizar. El gran compositor del siglo XX, Alban Berg, decía que la obra de arte debe ser como “un buen sillón en el que los clavos no sobresalen y la cola que lo mantiene en pie no huele.” El escritor revisa, corrige, vuelve a revisar y corregir... Ensayaremos el proceso de edición e intentaremos aprender algo casi imposible: la síntesis, o sea, decir mucho con pocas palabras, recordando al ilustre Fray Luis de León: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno.” Observa las correcciones de Saint-Exupéry en el manuscrito de "El Principito":
Sesión 6. Y decirlo más bonito... Las “figuras” literarias son una gran ayuda, y también un gran desafío... Trabajaremos en la construcción de imágenes, como las comparaciones, metáforas o alegorías, y también en la pirotecnia verbal, con las elipsis, anáforas, etc.
Sesión 7. Editar y sintetizar. El gran compositor del siglo XX, Alban Berg, decía que la obra de arte debe ser como “un buen sillón en el que los clavos no sobresalen y la cola que lo mantiene en pie no huele.” El escritor revisa, corrige, vuelve a revisar y corregir... Ensayaremos el proceso de edición e intentaremos aprender algo casi imposible: la síntesis, o sea, decir mucho con pocas palabras, recordando al ilustre Fray Luis de León: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno.” Observa las correcciones de Saint-Exupéry en el manuscrito de "El Principito":
Sesión 8. Pensar el género. En esta última ocasión, tendremos que
tomar la decisión de cuál camino seguir en la escritura. Algunos ya lo sabrán
desde un comienzo, pero para otros será un descubrimiento y un desafío... La
aventura recién comienza.
COSTOS E INSCRIPCIÓN
- Como todos mis talleres, el
valor es de $50.000 mensuales, que incluyen la sesión semanal y la proverbial
once o colación que siempre nos reune.
- La inscripción puede hacerse a
través del correo (webstore.culturadigital@gmail.com),
whatsapp (+56999274441), o comunicándose por inbox en Facebook (https://www.facebook.com/fernando.letelierbaltierra)
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